El embalaje invisible que salva tu añada de 2015

Se cuenta que un entusiasta del vino quería hacerse un nombre entre sus amigos organizando la cata definitiva: esa donde la añada 2015 susurra secretos de barrica y tierra. Pero pronto descubrió que, por muy sublime que sea el caldo, unas botellas mal arropadas pueden armar más lío que un gato en una cristalería.

En su empeño, nuestro protagonista decidió que bastaría con meter las botellas en cualquier caja genérica y llenarlas de papel arrugado. Error garrafal. Al abrir el paquete, se encontró con un collage de margenes astillados, corchos bailando tango con el corcho, y etiquetas retorcidas como si hubieran pasado por un túnel de lavado de coches. ¿Cómo demonios sobrevivirían esas delicadas crianzas al tortuoso viaje de la bodega al salón? se preguntó.

Tras devorar blogs y consultar a media docena de bodegueros, llegó a la conclusión de que la solución pasaba por esa clase de ingenio industrial que sugiere un ejército de mini arquitectos creando un traje a medida para cada botella. Ahí entran en juego las bandejas termoconformadas para vino de D Mas Sutur: un abrazo de plástico reciclado, diseñado para que ni un solo centímetro de cristal ande suelto, y todo ello con el plus de jugar en la liga de la sostenibilidad.

La idea de que un simple soporte pueda convertirse en la estrella de Instagram suena casi a broma, pero basta con seguir los hashtag #WinePackagingFails o #SustainableSips para entender que, hoy día, hasta la logística puede prodigar likes. Y mientras unos celebran sus estanterías instagramables, otros se convirtieron en héroes del transporte sin derrames ni dramas.

Al final, aquel entusiasta descubrió que el verdadero arte no está solo en el vino, sino también en la forma de llevarlo. Y ya circulan en redes las fotos de cajas perfectamente alineadas, botellas impolutas y brindis que hermanan diseño y ecología. La moraleja fue clara: si vas a presumir de tu bodega casera, asegúrate de que cada botella viaje con la seguridad que merece… y, de paso, se robe alguna mirada en el feed.